Las manos de Eulalio


"Esperaba sentado. Esperaba siempre sentado, apoyado en su bastón, el que le regaló Julian cuando lo de Alhucemas. Esperaba apoyando su barbilla en esas manos de dedos huesudos que se volvieron sarmientos tras el último abrazo que pudo dar y quedaron secos de caricias y sedientos de compañía. (...) Nunca supe qué esperaba. Creo que él tampoco lo sabía..."

Ignacio Castretto "Las huellas de mis mayores"

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