Abride Escolas e han de pechar os cárceres

pechar

Diario de Bitácora, Sábado 30 de enero de 2010:

Ahora que leo en la prensa tanto discurso interesado sobre la longitud de las penas carcelarias que, con la piel de cordero de una falsa seguridad, nos está intentando vender una sociedad prisionera de sí misma, recuerdo el momento que refleja esta fotografía:

Iago leyó en voz alta esta frase (este grito), de Concepción Arenal y se sentó allí mismo con actituda pensativa,
-¿qúe piensas, hijo?- Le dije.
-¿Es verdad que hay gente que está en la cárcel porque no quisieron ir a la escuela?- y me miró buscando en mí una respuesta que resolviera cierto conflicto interior.
-Más bien porque no pudieron ir- le dije intentando resumir el mensaje tan políticamente profundo de C. Arenal.
-Qué pena...- respondió, y con estas palabras también él supo resumir todo un inédito corpus de doctrina.

Durante todo el día, en nuestro paseo por esa ciudad, anduvo señalando edificios abandonados y diciéndome:
-Papá: ahí podrían hacer una escuela ¿no?

jverbo

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