Diario de bitácora, Sábado 23 de enero de 2010.
Para reconciliarme con el mundo y volver a creer que el ser humano tiene alguna posibilidad; para recuperar la fe en la existencia de la inocencia, la ingenuidad limpia, la nobleza de corazón y el amor sin condiciones, me basta con regresar a casa y mirar la sonrisa de mi hijo.
Jverbo
Jverbo
me gusta la fotografía, jeje, qué caritas de felicidad tienen
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