En el espejo





         Siempre he sospechado que los espejos son algo más que un cristal azogado que devuelve la imagen de una realidad inversa. Creo firmemente que cada uno de ellos va acaparando, quién sabe cómo, los gestos y las miradas de cuantos, ignorantes de este misterio,  se dejaron seducir por el encanto hipnótico de la simetría.

         Por eso no me es difícil imaginar un mundo paralelo en el que un transeúnte se asoma al cristal enmarcado para recuperar los instantes que un día perdió sin gozo alguno, y poder así aplacar  la inmensa sed que le producen las oportunidades perdidas y las palabras nunca dichas.

 Raúl Monsanto:  “Miedo de mirar”




... De la biblioteca imaginaria de Jverbo